Soy la última de 5 hermanos. Pocos años después de que yo naciera, a mi madre le diagnosticaron un cáncer de mama.
Corrían otros tiempos y los tratamientos no eran tan avanzados ni eficaces.
Mi madre fue llevando su enfermedad lo mejor que pudo, mientras nosotros íbamos creciendo.
Papá trabajaba mucho y por lo que cuenta mi hermana más grande, negaba la enfermedad de mamá. Se ve que no toleraba la situación y hacía como si todo estuviera bien. Pero el cáncer avanzaba.
Cuando cumplí 8 años mamá ya estaba muy mal. El oncólogo le cuenta a papá que a mamá le quedaban pocos días de vida.
Fue como si mi padre se enterara de lo que todos sabíamos desde años atrás: que mamá se iba a morir.
A las 48 hs y en un giro increíble de los hechos, papá se muere de un infarto fulminante. No se pudo hacer nada.
Mamá ya era piel y huesos y aguantó bastante más, pero terminó abandonándonos unos meses después. Nos quedamos huérfanos. Mi hermana mayor tenía 17 y yo 8.
Mi abuela, que en ese entonces tenía 76 se hizo cargo de nosotros.
Con mano firme sacó adelante a los 5 chicos, que pudimos seguir estudiando, conseguir trabajos, formar parejas.
Yo me puse de novia y a mis 25 me fui a convivir (hecho que a mi abuela no le gustó). Fui la última de los 5 hermanos en casarme, a los 27.
Dos meses después, mi abuela, que hasta entonces estaba en perfecto estado, se murió.
Había cumplido su misión.
Cuando tenía 76 y ya estaba para partir tuvo que hacerse cargo de nosotros 5. Lo hizo. Y vivió 19 años más.
Juliana
Quién conoce realmente cuáles son sus verdaderos límites, sus verdaderas fuerzas?

Si pensas que la historia puede ayudar compartila.

Si queres contarme la tuya hacelo a jotateuno@gmail.com o en forma anónima ingresando en “contacto” en esta página.

La ilustración es de @whiterabbitarte