Tuvimos una relación que duró meses y. cuando empezaron las peleas sin sentido nos separamos.

Durante un tiempo íbamos y veníamos. En esas instancias de separación ella era muy libre de corazón y yo fui un bobo enamorado.

En uno de nuestros reencuentros aparece con un embarazo de 2 meses. La situación fue angustiante y llorando decía que me había perdido para toda la vida, y que era su gran amor.

El hombre que la había embarazado fue solo una historia clandestina; tenía su mujer y otra hija.

Yo sentí que tenía que acompañarla. En ese proceso me fui enamorando de ese bebé y sintiéndome protector de ambos.

Tomé la decisión de ser el padre y ambos acordamos formar una familia, que fue algo con lo que soñé toda mi vida porque esta mujer había dejado una marca muy profunda en mi corazón.

Nació mi hijo y arrancamos de cero ya que ninguno de los dos tenía techo propio, ni trabajo.

Mi hijo sacó lo mejor de mí como ser humano.

Estuvimos casi 3 años juntos, teníamos nuestra casa, nuestras mascotas, era todo «soñado». Pero las discusiones eran constantes y ella tomó la decisión de irse con mi hijo. El mundo se me vino abajo. Sentí que fallé como padre y como pareja.

Cuando llevábamos dos semanas de separados, al llevar a mi hijo de vuelta con su madre la encuentro a ella en la cama con el padre biológico del chico.

Me rompió por dentro. La vida me hizo un click extremo.

Hoy sigo viviendo mi paternidad legal y ella está en pareja con este hombre. Mi hijo compartiendo conmigo -soy su padre del corazón- y con él, que es su padre biológico.

Solo sé que nunca voy a soltar a quien amo, mi hijo.

Damián

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Puede haber una familia “soñada” con peleas constantes?

Hay padres y madres que en sus propias carencias afectivas se aferran a sus hijos. Es ése un espacio de crecimiento sano para un niño?

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La ilustración es de @whiterabbitarte