Las compensaciones no reparan
Nuestra búsqueda de reconocimiento pretende compensar una carencia de nuestra infancia. Perdemos buena parte de nuestra vida tratando de arreglar algo que no se solucionará...de esa forma. Pero hay un camino.
Nuestra búsqueda de reconocimiento pretende compensar una carencia de nuestra infancia. Perdemos buena parte de nuestra vida tratando de arreglar algo que no se solucionará...de esa forma. Pero hay un camino.
El éxito suele ser un espejismo. Y sin embargo, la mayoría de los seres humanos gastan toda su vida persiguiéndolo.
Aprender siempre es difícil. Pero lo es aún más si nosotros pensamos que debiera suceder con rapidez, o que los errores no debieran formar parte del proceso.
La vida siempre da salidas. Aunque rara vez la que deseábamos. Y nos lleva hasta el limite para que aprendamos algo que sólo podemos aprender en ese momento crítico.
Fracasar está bueno. Equivocarse está bueno. Tener limitaciones nos lleva a aprender cosas que de otra forma nunca aprenderíamos si no tuviéramos problemas.
Algunas ideas de Paulo Coelho sobre escribir, vivir, la muerte, la alegría y los sueños.
Seducir e impresionar tienen tienen por objetivo final hacernos sentir queridos, valiosos. Sin embargo, producen el resultado opuesto. Al obligarnos a inventar y mantener un personaje, en vez de conectarnos, nos aíslan. Sin contar el nuevo temor de que el castillo de naipes que construimos, se pueda venir abajo. Porque es frágil, o porque nos agotamos de sostenerlo. Muy cansador. Mucho mejor ser uno.
Lo que nos pasó de chicos nos marca de por vida. Pero estamos llamados a madurar, y descubrir quiénes somos, y qué queremos hacer nosotros con nuestras propias vidas. Seguir peleando las batallas de otros no tiene sentido. Aún ganándolas, es una vida perdida. Pelear nuestras propias batallas, es ganar.
Tratar de ser lo que uno no es, nunca resulta. Es agotador, e impide nuestro crecimiento, que siempre ocurre desde lo que somos, y no desde lo que querríamos que los demás vieran de nosotros.
Corría el año 1520 cuando un oscuro capitán de la [...]